Reseña histórica de la Promoción ESNA-88

Juan José JORDAN De Vivero - Raúl RIBOTY Villalpando

al egresar de nuestra Alma Mater

SEMBLANZA DE UNA PROMOCION

Ya han pasado cinco años desde aquel día en que traspasamos por primera vez los umbrales de nuestra querida Alma Mater.

Fueron años de sacrificio y constante superación, aprendimos a ser pacientes y a respetar  tanto a nuestros superiores como a nuestros subalternos.

Recuerdo aquel 4 de Marzo de 1984, aún con tenida civil nos despedimos de nuestros familiares y amigos, dando cara a nueva vida: La Militar.

El año de Aspirantes será quizás el que más recordaremos, fue el paso de la vida civil a la vida naval, aprendiendo todos los días a valernos por nosotros mismos.

El tiempo siguió su curso y luego de otro año de estudios viene el ansiado Crucero de Instrucción al Extranjero; Viña del Mar, Buenos Aires, Río de Janeiro, etc., tuvimos la oportunidad de conocer otras culturas y formas de vida.

Sin embargo los largos días de navegación con sus diversos ejercicios e instrumentos en alta mar, marcaría una huella indeleble en los bisoños lobos de mar.

El tercer año, tiene características propias. Llegamos a conocer la Escuela a profundidad. Es el año de la “permanencia”. Fines de semanas incluidos, lo cual tiene sus ventajas, porque tuvimos la oportunidad de degustar las exquisiteces de la Cocina de Cadetes.

Y luego de cuatro años de esfuerzo y dedicación, llega el ansiado cuarto año donde nos iniciamos en el secreto del don de mando, guiando y conduciendo a los Cadetes de años inferiores, ardua tarea que  se debe cumplir ante todo con el ejemplo superando cualquier situación imprevista.

De pronto y ante nuestra sorpresa, nos vemos ensayanado para la Graduación.

Son cinco años que se recuerdan con melancolía, pero ahora estamos seguros que no pasaron en vano y son el sólido sustento de nuestra realización como persona y como Oficiales de una Gloriosa Institución: LA MARINA DE GUERRA DEL PERU.